Antes de la adopción generalizada de los smartphones, los usuarios accedían a Internet principalmente a través de ordenadores personales. Por ello, muchos de los primeros sitios web del mundo se diseñaron para acceder a ellos desde un ordenador de sobremesa y no desde un dispositivo móvil más pequeño.
Sin embargo, pronto se descubrió que muchos usuarios accedían a los sitios web de sus ordenadores personales desde los escritorios de sus oficinas o casas. Por lo tanto, los desarrolladores necesitaban crear sitios web y aplicaciones a los que también se pudiera acceder desde un ordenador de sobremesa.
Esto llevó a la creación de la primera aplicación del mundo; una app diseñada específicamente para su uso en un ordenador personal en lugar de un smartphone o una tableta.
Las primeras aplicaciones fueron posibles gracias a un nuevo software conocido como extensiones del navegador, estas permiten a los desarrolladores de software añadir características y funciones directamente en el navegador del usuario sin tener que descargar un nuevo software en su dispositivo.
Esto significa que una extensión puede añadir funciones específicas a un solo navegador sin afectar a otros navegadores o sistemas operativos, estas extensiones abrieron el camino a las aplicaciones modernas y siguen siendo populares entre los usuarios que prefieren no descargar las aplicaciones directamente en sus dispositivos, sino acceder a ellas a través de sus navegadores.
¿Qué es una aplicación y una extensión del navegador?
Una aplicación es un software diseñado para una tarea o conjunto de tareas concretas, y se descarga e instala en un ordenador o smartphone.
Puede utilizarse en cualquier dispositivo y controlarse en él; por otro lado una extensión del navegador es un software que añade funciones específicas al navegador web del usuario, se puede acceder a ella desde cualquier dispositivo y sólo controla el navegador.
¿En qué se diferencian las aplicaciones de las extensiones del navegador?
La principal diferencia entre ambas es que las aplicaciones pueden descargarse e instalarse en los dispositivos, mientras que las extensiones del navegador funcionan dentro del navegador del usuario.
Las aplicaciones son comunes en los ordenadores y los teléfonos inteligentes, las extensiones del navegador son menos comunes, pero pueden encontrarse en todos los dispositivos.
Algunas de las extensiones de navegador más comunes son AdBlock, NoScript y Bookmarks.
¿Cuáles son las ventajas de las aplicaciones?
Las aplicaciones tienen muchas ventajas sobre las extensiones del navegador, una de las principales ventajas de las aplicaciones sobre las extensiones del navegador es que pueden descargarse en un dispositivo, por lo que siempre están instaladas y listas para ser utilizadas.
Las extensiones del navegador deben utilizarse constantemente en el navegador y pueden borrarse si no se utilizan.
Otra ventaja de las aplicaciones es que pueden utilizarse sin conexión, algunas aplicaciones no funcionan sin conexión, pero muchas funcionan una vez que se han descargado e instalado, este no es el caso de las extensiones del navegador, que requieren una conexión en línea para funcionar.
¿Cómo pueden beneficiarse las empresas de las aplicaciones?
Las aplicaciones son una parte cada vez más importante de la vida cotidiana de muchas empresas, ya que aproximadamente la mitad de los estadounidenses utilizan una cada día.
Las aplicaciones pueden utilizarse para una amplia gama de funciones empresariales, desde el marketing hasta el servicio al cliente, lo que significa que las empresas pueden beneficiarse de las aplicaciones personalizadas para agilizar sus operaciones.
Algunas de las aplicaciones más comunes para las empresas son el software de gestión de relaciones con los clientes (CRM), el software de gestión de proyectos y el software de gestión de inventarios.
Estas aplicaciones permiten a las empresas gestionar una amplia gama de procesos, desde la atención al cliente hasta el control del inventario, además de estos usos, las aplicaciones de CRM y de gestión de proyectos también se pueden utilizar para entregar actualizaciones de software, hacer un seguimiento de los errores y proporcionar orientación a los usuarios.
La primera aplicación, una extensión del navegador diseñada para ser utilizada con un ordenador de sobremesa, se lanzó en 1995, desde entonces, las aplicaciones se han hecho más comunes a medida que los ordenadores se han vuelto más sofisticados.
Hoy en día, las aplicaciones se utilizan prácticamente en todos los dispositivos y se espera que su popularidad siga creciendo.
La evolución de las aplicaciones comenzó con las extensiones de los navegadores, diseñadas para su uso en ordenadores personales, estas primeras extensiones allanaron el camino para la creación de la primera aplicación del mundo.